Modalidad enunciativa o de la enunciación
(1) Está lloviendo. [NGDLE, 2010: 794]
(2) ¿Está lloviendo? [NGDLE, 2010: 793]
(3) ¡Estoy agotado! [NGDLE, 2010: 813]
(4) Tranquilízate. [NGDLE, 2010: 797]
La modalidad de la enunciación es el resultado de una convención determinada por la gramática entre ciertas propiedades lingüísticas y convenciones e implicaciones asociadas a cada una de ellas. Las oraciones exhiben un determinado patrón estructural dependiendo de la modalidad a la que pertenezca.
Puesto que los términos “modalidad oracional” y “acto verbal” mantienen una relación estrecha, parece conveniente señalar la diferencia que existe entre ambos conceptos. Mientras que el primero hace referencia a una expresión lingüística o a un conjunto de rasgos lingüísticos que forma parte de la oración, el segundo, en cambio, apela a la acción que se lleva a cabo mediante la producción de este. Obsérvense los siguientes ejemplos al respecto:
(5) a. ¿Tienes un lápiz de sobra? [NGDLE, 2010: 804]
b. Dime la hora, por favor. [NGDLE, 2010: 804]
Como puede observarse, (5.a) pertenece a la modalidad interrogativa, pero el acto verbal que se realiza con este enunciado no tiene por qué ser necesariamente el de solicitar información. El contexto comunicativo es el que acaba de determinar el tipo de acto que se lleva a cabo con el enunciado. En cambio, con (5.b) ocurre justamente lo contrario: una orden puede utilizarse para efectuar el acto verbal de solicitar información. Es decir, la pragmática es en ambos casos determinante.
Por tanto, “modalidad oracional” y “acto verbal” no mantienen una correspondencia unívoca, ya que no todos los tipos de actos verbales se asocian con una única modalidad, ni a la inversa.
(Nótese, sin embargo, que la relación entre las modalidades enunciativas y los actos de habla puede no ser puramente arbitraria. Así, la modalidad interrogativa tiende a asociarse a cierto valor exhortativo: se pide al algo al oyente, bien sea un objeto, como en (5.a), bien sea información, como en una pregunta con un uso típico. Cabe precisar que algunos enunciados que tienen cuanto menos una apariencia interrogativa sirven para aseverar: se trata de las preguntas retóricas, como podría serlo “¿Qué no ha intentado?”. Este uso típicamente declarativo puede explicarse porque ya se dispone de la información que en principio se buscaría sin que por ello deje de hacerse una petición al receptor, lo que crea un contraste que parece característico de este tipo de enunciados.)
A continuación, se expone una tabla en la que se ilustra la diferencia entre los conceptos “modalidad oracional” y “acto verbal”:
Acto verbal/ Modalidad |
Declarativa |
Interrogativa |
Exclamativa |
Imperativa |
Solicitar información |
Me das la hora cuando puedas. | ¿Qué hora es? | Dime la hora, por favor. | |
Felicitar a alguien |
Te felicito. | ¡Felicidades! | ||
Dar una orden |
Se ruega silencio. | ¿Os podéis callar? | ¡Silencio! | Callad |
Pedir perdón |
Le pido perdón | ¿Me perdonas? | ¡Perdón! | Perdóneme |
Jurar |
Lo juro | ¡Por mi madre! |
[NGDLE, 2010: 793-818]
La modalidad de la enunciación relaciona el contenido proposicional de la cláusula con el oyente. Considérense al respecto los siguientes ejemplos:
(6) a. Está lloviendo. [NGDLE, 2010: 794]
b. ¿Está lloviendo? [NGDLE, 2010: 793]
En las dos oraciones de (6) el material proposicional es idéntico. Sin embargo, los diferentes rasgos lingüísticos que intervienen en cada oración se asocian con una implicación determinada del hablante con respecto a la proposición. Mientras que en (6.a) el emisor simplemente asevera una predicación, en (6.b) se solicita información sobre esta misma proposición, por lo que la existencia de un valor de verdad que caracteriza a la modalidad declarativa no se puede asignar en la interrogativa.
Por último, en español la modalidad de la enunciación se manifiesta a través de elementos prosódicos, como la entonación; morfosintácticos, como el orden de palabras, el modo y/o el tiempo verbal, el uso de operadores como los pronombres, determinantes y adverbios interrogativos/exclamativos. La oración exhibirá un determinado patrón estructural dependiendo de la modalidad a la que pertenezca.
Tipos de modalidades enunciativas:
- Declarativa/aseverativa/enunciativa
- Interrogativa
- Exclamativa
- Imperativa
- Declarativa:
Expresa la aseveración por parte del hablante del contenido proposicional codificado en el enunciado. No implica apelación al interlocutor. En cuanto a los rasgos morfosintácticos, la modalidad aseverativa se caracteriza por un orden de constituyentes más flexible que el resto, dado que no exige que un constituyente ocupe obligatoriamente una posición determinada. Además, se caracteriza por la ausencia de operadores y por presentar el verbo principal en modo indicativo. Ejemplo:
(7) Está lloviendo. [NGDLE, 2010: 794]
Obsérvese que el hecho de que la modalidad declarativa no se corresponda con un orden rígido de los constituyentes no significa que este sea “libre”: el valor discursivo de Las tierras, a los sobrinos, les ha dejado (con las tierras focalizado y a los sobrinos topicalizado) es bien distinto del de Les ha dejado las tierras a los sobrinos. También por lo que respecta al anclaje discursivo de las declarativas, debe precisarse que, aunque no sea lo típico, es posible que se relacionen muy estrechamente con lo dicho por el interlocutor: Sí que he ido conlleva el rechazo a una asunción de este y Es que llego tarde introduce una explicación que se le dirige.
2. Interrogativa:
Se dividen en dos clases: totales, como se observa en (8.a), y parciales, como en (8.b). El primer grupo presenta un orden más flexible de constituyentes que el segundo, pero es más rígido que el de la modalidad declarativa, ya que requiere de la anteposición del verbo, aunque puede que algunos elementos puedan aparecer delante (incluido el sujeto) por tratarse de tópicos. Este grupo exhibe particularidades en la entonación. En cuanto al segundo, existen rasgos sintácticos diferentes: un orden más rígido debido a la presencia de un operador y la inversión obligatoria del verbo. En efecto, la estructura sigue un patrón determinado en el que el sujeto ha de estar necesariamente pospuesto al verbo y el operador debe ocupar el primer lugar en la oración (operador qu-, verbo, sujeto). Ejemplos:
(8) a. ¿Está lloviendo? [NGDLE, 2010: 793]
b. ¿Quién ha llamado esta mañana? [NGDLE, 2010: 806]
Sin embargo, este orden puede verse alterado por la anteposición de tópicos, diferencias dialectales y existencia de interrogativas in situ. Mismamente, en (8b) se puede apreciar que el elemento interrogativo es el sujeto, por lo que no seguiría el patrón establecido.
También se aparta de este patrón el elemento interrogativo por qué, que permite la anteposición del sujeto al verbo: ¿Por qué (María) ha ido (María)?. Además, debe tenerse en cuenta que algunas interrogativas presentan rasgos que las acercan a las exclamativas, de las que se trata a continuación. A menudo tienen un carácter ecoico, como es el caso de ¿Que no ha hecho los deberes? o ¿Cómo que no has hecho los deberes?.
3. Exclamativa:
Existen dos grupos, como en las interrogativas: totales (9a) y parciales (9b):
(9) a. ¡Cuánto llovía! [NGDLE, 2010: 814]
b. ¡Estoy agotado! [NGDLE, 2010: 813]
Las del primer grupo se dinstinguen de las oraciones declarativas únicamente por sus características de entonación. Morfológica y sintácticamente comparten los mismos rasgos, como el orden relativamente flexible (teniendo en cuenta las diferentes lecturas discursivas asociadas a cada orden de palabras), ausencia de operadores y el no requisito de que cierto elemento ocupe determinada posición. No obstante, las exclamativas totales no son idénticas a las interrogativas totales, ya que no presentan siempre una disyuntiva. Esta diferencia explica por qué solo las oraciones interrogativas totales pueden aparecer como subordinadas:
(10) a. No sé si vendrá. [NGDLE, 2010: 3203] (interrogativa indirecta total)
b. *Es admirable (si) vendrá. (exclamativa indirecta total)
Por lo que respecta al segundo grupo, las oraciones presentan un orden más rígido, como en las interrogativas parciales. Esto se debe a la presencia de un operador (pronombre o adverbio exclamativo), que determina la posición del verbo, invirtiéndolo con respecto al sujeto, de manera que la estructura lineal queda como sigue: operador qu- + verbo+ sujeto:
(11) ¡Qué cosas (*tú) dices (tú)!
Otra diferencia sintáctica entre las exclamativas totales y las interrogativas totales tiene que ver con la forma del verbo. Así solo las segundas admiten la presencia de un infinitivo como verbo principal, en oraciones tanto principales como subordinadas:
(12) a. ¿Cómo decírselo? [NGDLE, 2010: 3203] (interrogativa directa parcial)
b. *¡Cómo decírselo! (exclamativa directa parcial)
(13) a. Es un misterio cómo llegar hasta él. [NGDLE, 2010: 3203] (interrogativa indirecta parcial)
b. *Es extraño cómo llegar hasta él. (exclamativa indirecta parcial)
4. Imperativa:
Los enunciados imperativos disponen de un modo verbal característico, a diferencia del resto de modalidades. Sin embargo, este modo exhibe un paradigma defectivo, ya que solo tiene formas para la segunda persona. Por tanto, hay que recurrir a las formas del subjuntivo cuando el sujeto del enunciado es una primera o tercera persona. En cuanto a los rasgos sintácticos que forman esta modalidad, es preciso destacar la posposición del sujeto y de los clíticos con respecto al verbo. Ejemplo:
(14) a. (*Tú) ten paciencia (tú). [NGDLE, 2010: 799]
b. ¡(*le) dad(le) lo que os pida! [NGDLE, 2010: 797]
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