Perífrasis verbal
(1) No puedo entrar. [NGDLE, 2010: 529]
(2) Solía contarlo delante de todos. [NGDLE, 2010: 529]
(3) Tengo que trabajar esta tarde. [NGDLE, 2010: 538]
(4) Isabel estaba por cumplir trece años. [NGDLE, 2010: 544]
Combinación sintáctica entre dos o más verbos en la que solo uno de ellos se comporta como núcleo de predicado.
Las construcciones perifrásticas dan lugar a una única predicación, puesto que solo uno de los verbos aporta información proposicional. A este verbo se le denomina auxiliado, pleno, principal, mientras que al otro u otros, auxiliar.
El auxiliado siempre debe aparecer en una forma no finita: infinitivo ((5.a)), gerundio ((5.b)) o participio ((5.c)). En cambio, el auxiliar puede aparecer también en forma finita, siempre y cuando sea el que está más a la izquierda linealmente ((6)).
(5) a. Debes beber mucha agua. [NGDLE, 2010: 538]
a'. *Debes que beba mucha agua.
b. Llevo viviendo aquí durante diez años. [NGDLE, 2010: 551]
b’. *Llevo que vivo aquí durante diez años.
c. Al caer el sol llevaba embuchadas cinco docenas. [NGDLE, 2010: 555]
c’. *Al caer el sol llevaba que embuchaba cinco docenas.
(6) a. Para poder entrar necesitamos autorización. [NGDLE, 2010: 529]
a’. Para que podáis entrar necesitamos autorización.
b. Debe empezar a cantar. [NGDLE, 2010: 529]
b’. *Debe empiece a cantar.
El verbo auxiliar, contrariamente al auxiliado, no denota un evento, sino que aporta generalmente información modal o aspectual y carece de argumentos y adjuntos propios, por lo que adopta los del auxiliado. Además, puede aparecer con cualquier tipo de estructura argumental: inacusativa ((7.a)), inergativa ((7.b)), monotransitiva ((7.c)) o ditransitiva ((7.d)), así como con cualquier tipo de adjunto ((8)):
(7) a. Volvió a caer en el sofá. [NGDLE, 2010: 543]
b. No volveré a mentir. [NGDLE, 2010: 543]
c. Volvió a encender un cigarrillo. [NGDLE, 2010: 544]
d. Volvía a advertírselo su mejor amigo. [NGDLE, 2010: 543]
(8) a. Volvió a comer durante dos horas.
b. Volvió a caminar rápidamente.
c. Volvió a sonreír tranquila.
d. Volvió a cortar el pan a rodajas.
Como demuestra (7), los auxiliares pueden aparecer con tantos argumentos como seleccione el auxiliado, pues es este el único que preserva sus propiedades léxicas. Asimismo, los auxiliares no imponen ningún tipo de restricción semántica a los argumentos de la oración, puesto que estos pertenecen a la estructura argumental del auxiliado ((9)):
(9) a. Acababa de comprar {un automóvil/#una desgracia}. [NGDLE, 2010: 543]
b. Acababa de ocurrir {*un automóvil/una desgracia}.
En cuanto a los adjuntos, ocurre lo mismo. En efecto, estos han de ser compatibles léxico-semánticamente con el evento que denota el predicado en cuestión ((10)), ya que es a este al que modifican:
(10) a. Pudo {soñar/leerse una novela/ser actriz/*llegar} durante años.
b. Pudo {*soñar/okleerse una novela/*ser actriz/okllegar} en dos horas.
c. Pudo {soñar/leerse una novela/*ser actriz/okllegar} tranquila.
Como puede observarse en (10.a), el adjunto durante dos horas solo es compatible con predicados que expresan eventos con desarrollo. En cambio, el adjunto temporal en dos horas ((10.b)) únicamente se puede combinar con predicados que denotan eventos télicos. Por último, el predicativo tranquila en (10.c) solo puede aparecer con eventos dinámicos. Sin embargo, el auxiliar es el mismo en todos los casos, por lo que (10) demuestra que es el auxiliado el único que posee carga léxica y, por tanto, que expresa un evento.
Otro rasgo característico de las perífrasis verbales atañe al sujeto sintáctico de la oración. Como se ha mencionado en el apartado anterior, el auxiliar no selecciona semánticamente ningún argumento de la cláusula y, por ello, tampoco subcategoriza al sujeto, a pesar de que concuerda con él. Es por eso que los auxiliares pueden tener sujetos sintácticos de cualquier tipo: con referente animado ((11.a)), no animado ((11.b)), con contenido proposicional ((11.c)), sin referente (impersonal) ((11.d)):
(11) a.María suele ir a casa pronto.
b. Suele dolerme mucho la cabeza.
c. Se suele decir que María es inteligente.
d. Suele llover mucho en Madrid.
Las perífrasis constan de dos o más verbos, pero no constituyen estructuras bioracionales, sino que forman una unidad verbal compleja que vertebra una sola cláusula. Esto es así porque solo uno de ellos proyecta una estructura argumental y es condición necesaria (aunque no suficiente) para dar lugar a una oración que haya una predicación. Por tanto, si solo uno de los verbos es el núcleo de un predicado será imposible que haya más de una oración.
Las perífrasis pueden dividirse según la forma que adopte el verbo auxiliado en: perífrasis de infinitivo, gerundio o participio.
Las primeras presentan la peculiaridad de ser linealmente iguales a las construcciones bioracionales en las que el infinitivo encabeza una cláusula subordinada completiva, a diferencia de las perífrasis, en las que el infinitivo y el verbo personal dan lugar a una sola oración. En ambos casos aparece un verbo en forma finita con un sujeto sintáctico y un verbo en infinitivo que proyecta todos sus argumentos.
No obstante, y pese a esta similitud superficial, las estructuras sintagmáticas de las dos construcciones difieren notablemente ((12) y (13)), lo cual repercute también en la interpretación de la oración.
(12) a. Debes beber mucha agua. [NGDLE, 2010: 538]
b. [proi[debes[proi[beber [mucha agua]]]]].
(13) a. Prometiste beber mucha agua.
b. [proi[prometiste [PROi[beber [mucha agua]]]]].
Como se demuestra en (12) y (13), existe una asimetría entre ambas construcciones que atañe al sujeto sintáctico de la oración principal. En ambos casos el infinitivo proyecta todos sus argumentos, incluido el que se corresponde con el sujeto semántico de la predicación. Sin embargo, los dos verbos que aparecen en forma personal exhiben comportamientos distintos en relación a su sujeto sintáctico. Mientras que en (13) el sujeto de prometiste–un SN nulo fonéticamente, pero con rasgos gramaticales de persona y número (2p.sg.)- tiene el mismo referente que el sujeto temático de beber, pero son dos argumentos diferentes, en (12) el sujeto sintáctico de debes es exactamente el mismo constituyente que es a la vez sujeto semántico del verbo no finito.
Esta diferencia no es más que una consecuencia desencadenada por el tipo de verbo -de ascenso (12) o de control (13)- que aparece en forma personal. En (12) debes no funciona como predicado, por lo que no selecciona semánticamente a su sujeto sintáctico (ni a ningún argumento de la oración). Asigna caso nominativo al sujeto nocional del infinitivo, ya que carece de uno propio. En cambio, en (13) prometiste sí funciona como predicado, por lo que dispone de una estructura argumental independiente y, por ende, de sujeto temático propio. De esta manera, le asigna caso nominativo a su sujeto.
Otra diferencia entre ambas oraciones tiene que ver con la función semántica. Así, en (12) el referente del sujeto sintáctico solo desempeña una función semántica: agente del evento que expresa beber. En efecto, debes no le asigna ningún papel temático, pues no denota ningún evento. En cambio, en (13) el referente del sujeto de prometes es agente del evento prometer y agente de beber. Hay un mismo referente, pero dos sujetos semánticos. Véase al respecto (14), donde los papeles temáticos son totalmente diferentes: agente de prometiste y paciente de ser atendido.
(14) Prometiste ser atendido por el doctor.
Una evidencia de que oraciones como (13) y (14) contienen una subordinada completiva la proporcionan los casos siguientes:
(15) a. Debes beber mucha agua. [NGDLE, 2010: 538]
a’. *Debes que bebas/-a mucha agua.
b. Prometiste beber mucha agua.
b’. Prometiste que beberías/-a mucha agua.
En (15.b) se puede observar claramente que hay dos sujetos semánticos, ya que el referente no tiene que coincidir necesariamente en el caso de que la oración subordinada sea finita. En cambio, (15.a’) demuestra que la construcción que aparece en (15.a) no es bioracional, ya que el referente tiene que ser obligatoriamente el mismo.
Otra prueba que existe para averiguar si estamos ante una perífrasis verbal es la conmutación. Si el infinito forma parte de una oración subordinada completiva, esta podrá, por un lado, conmutarse por un nombre, un pronombre y/o una oración finita ((16.b)), debido a su naturaleza argumental, y, por otro, podrá pronominalizarse por “lo” o “ello” ((16.c)), ya que desempeñará una función sintáctica en la oración principal. Concretamente, la de sujeto u objeto directo. En cambio, el infinitivo de una perífrasis verbal no puede conmutarse por ninguna categoría gramatical, pues no forma parte de ninguna estructura argumental y, por ende, tampoco desempeña ninguna función sintáctica.
(16) a. Aquel señor intentó darnos el dinero. [GDLE, 1999: 3329]
b. Aquel señor intentó {eso/*el concierto/que nos dieran el dinero}.
c. Aquel señor lo intentó.
Es necesario indicar que, una vez aplicada la prueba de la conmutación, la oración ha de mantener exactamente la misma interpretación que antes de llevarla a cabo. De no ser así, la construcción en cuestión es una perífrasis. Así, (17.b) es gramatical cuando se substituye por eso y el concierto, pero la lectura que tiene la oración resultante es diferente de la que tiene (17.a). En efecto, en (17.b) deber designa un evento. Es decir, el significado que expresa ha cambiado: en (17.a) aporta información sobre la modalidad deóntica y en (17.c), contenido proposicional.
(17) a. Vosotros debéis trabajar más. [GDLE, 1999: 3349]
b. Vosotros debéis {eso/el concierto/*que trabajéis más}.
c. Vosotros lo debéis.
Contrariamente a las perífrasis de infinitivo, las de gerundio muestran una acción, un proceso o un estado de cosas presentados en su curso, es decir, describen una situación comenzada (hablar en (18a), escudriñar y tantear en (18b)), pero aún no concluida:
(18) a. Ahora está hablando el presidente.
b. Los míos andaban escudriñando y tanteando los bastimentos que había en el empedrado navío. [NGLE, 2010: 547]
Entre las principales perífrasis de gerundio destacan:
«Estar + gerundio»
Presenta una situación en su desarrollo interno (Cuando el reloj dé las diez, estaré llamando por teléfono[NGLE, 2010: 548]).
Suele combinarse con predicados que expresan procesos durativos, especialmente actividades (19a), o estados accidentales (19b):
(19) a. Estuvo {esperando/ lloviendo/ mirando/ trabajando}.
b. Está siendo{amable/ descortés/ ruidoso}
[NGLE, 2010: 548]
Su valor progresivo puede ser modificado por diversos factores contextuales, como el tiempo del auxiliar, la clase de verbos a la que pertenece el auxiliado o los complementos que lo acompañan. De este modo, la perífrasis puede expresar un valor iterativo -si el auxiliar se construye en tiempo perfectivo- o incoativo -si aparece en imperfectivo- :
(20) a. Se estuvo despertando toda la noche. (Iterativo)
b. Se estaba despertando. (Incoativo)
[NGLE, 2010: 548]
«Ir + gerundio»
Introduce una noción aspectual no solo progresiva, sino también acumulativa/incremental. El proceso en cuestión se realiza en etapas sucesivas, de forma que cada una se acumula o se suma a la anterior hasta alcanzar un determinado límite final:
(21) A medida que fue creciendo se convirtió en una nena deliciosamente espabilada y divertida. [NGLE, 2010: 549]
Suele construirse con predicados télicos, pero también admite predicados atélicos siempre que sea posible descomponer el evento en etapas:
(22) Se fue acostumbrado a la realidad.
(23) Un problema que voy trabajando poco a poco en los últimos días. [NGLE, 2010: 549]
Con ciertos predicados, esta perífrasis impone un límite inicial (y no final) con una interpretación cercana a «empezar a + infinitivo»:
(24) […] mientras tanto mi señora y yo podíamos ir comiendo. [NGLE, 2010: 549]
«Venir + gerundio»
Describe un proceso que se desarrolla en un punto anterior al acto de habla, que puede prolongarse más allá (Nos viene ocultando sus verdaderas intenciones [NGLE, 2010: 549]), pero también puede cerrarse antes (Nos vino ocultando sus verdaderas intenciones [NGLE, 2010: 549]).
Se construye con modificadores que indican el límite del proceso o su duración:
(25) […] viajó de súbito a Estambul, donde había venido acumulando sus ganancias durante las visitas a esa ciudad.
[NGLE, 2010: 550]
Solo aparece con verbos de estado cuando uno de los argumentos del predicado es un grupo nominal en plural y, en este caso, adquiere valor aproximativo:
(26) Lo que viene costando hoy en día un coche utilitario. (‘Lo que cuesta aproximadamente’). [NGLE, 2010: 550]
«Andar + gerundio»
Perífrasis frecuentativa que expresa situaciones que se desarrollan con interrupciones o de modo intermitente, sin que la acción o proceso denotado por el verbo principal llegue a completarse:
(27) Ello hacía que anduvieran olfateando el aire como perdigueros. [NGLE, 2010: 550]
A menudo añade informaciones negativas respecto a la futilidad de la acción, de su falta de provecho o de su carácter inapropiado.
Su sujeto suele ser agentivo, por lo que resultan agramaticales las secuencias *El nivel del agua andaba creciendo o *Ya andaban envejeciendo [NGLE, 2010: 550].
«Llevar + gerundio»
Exige una expresión cuantificada que tenga carácter argumental (diecisiete años y desde la mañana) y designa el período durante el cual se mantiene cierto estado de cosas (28a) o límite inicial (28b):
(28) a. […] esa mujer que lleva aguantando palizas diecisiete años.
b. […] repite lo mismo que lleva diciendo desde la mañana.
[NGLE, 2010: 550]
Cuando se combina con predicados télicos se obtiene la suspensión del límite final (Llevaba diez meses pintando el mismo bodegón [NGLE, 2010: 550]) o una interpretación iterativa (Llevo años recorriendo este último camino [NGLE, 2010: 550]).
Existe un gran debate en torno a la naturaleza, perifrástica o no, de este tipo de construcciones. Algunos autores equiparan el verbo (auxiliado) en gerundio con el complemento predicativo, ya que puede sustituirse por el adverbio así (Siguió trabajando~ Siguió así [NGLE, 2010: 552]) y, con algunas restricciones, puede ser interrogado con el adverbio cómo (¿Cómo siguió? [NGLE, 2010: 552]). Otros, sin embargo, defienden su estatus de perífrasis debido a que pueden formarse con verbos impersonales (Lleva una semana nevando [NGLE, 2010: 552]) y admiten la pasiva (Siguen siendo detenidos y encarcelados [NGLE, 2010: 552]).
Tal y como ocurre con algunas perífrasis de infinitivo (Voy a comprar el pan), las de gerundio también pueden ser ambiguas entre una interpretación perifrástica o no perifrástica:
(29) a. Siguió leyendo una nota que tenía preparada.
(‘Dio comienzo y luego continuó con la lectura sin ser interrumpida’)
b. Siguió leyendo una nota que tenía preparada.
(‘La acción de leer se sitúa detrás de otra’)
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